El día de hoy nos centramos en un error sintáctico imposible de corregir para el mexicano (y me juego la cabeza, que lo mismo para resto de hablantes del español en América Latina).
En primer lugar, sintaxis es la forma en la que las palabras interactúan entre ellas en una oración. Consideraríamos error sintáctico una frase como "El día de mañana Pedro saldríamos a pasear*". No hace falta explicar porqué, pero sabemos que está mal.
Algo similar sucede con la frase "Se los dije"*. Pongámosla en contexto con un horroroso ejemplo:
-María: Intenté comprar el cereal que me recomendaste con arándanos, pero en el súper no había.
-Carla: No, es que ahí no va a haber, tienes que ir a la tienda especializada que te dije.
-Sofía: ¿La de productos dietéticos?
-Carla: Sí.
-María: Pero esos productos son bien caros.
-Carla: Ya sé, yo se los dije, si quieren enflacar hay que echarle ganas en la cartera.*
Hagamos a un lado el repelús que provoca la conversación de comadres y centrémonos, si podemos, en gramática (que tanta falta hace). "Se los dije*" se refiere a ustedes (dos o mas): les dije "eso". ¿Por qué está mal y por qué es imposible de solucionar?
En primer lugar está mal porque los (lo que ponemos en plural) se refiere a lo que dije, es decir, Carla dijo que los productos dietéticos eran caros, eso es "lo".
Si en vez de decirle a las dos amigas, Carla se lo hubiera dicho a su esposo, ¿Que diría? Te lo dije.
Lo que cambia en ambas frases, no es sólo el plural de los> lo (que es precisamente el error en la primera frase), sino que el pronombre SE y TE. Lo que el titán filológico quiere decir es: la persona (una o muchas, tú, ellos, los vecinos del 4º, yo mismo, etc.) se refleja en el pronombre (te, se, me) no en el artículo (lo, los)
Te lo dije
Se lo dije
Me lo dije
El problema número dos, y esta es la razón por la que es incorregible, es el pronombre. Se funciona como tantas cosas en español, es tan polifacético, es capaz de hacer tantas cosas (como Justin Timberlake), que el hablante de a pie, lo agarra como si fuera una servilleta. Yo lo hacía también, pero ya no lo hago. Le tengo respeto al se, es de las cosas más complejas en nuestra gramática (¡No lo ignore, por favor!, y no lo confunda con sé de saber: yo sé cosas. O sé de ser en imperativo: sé buen niño. Este último inmortalizado por el confuso eslogan, gramaticalmente hablando, de la cerveza Sol: SÉ CLARO: Yo sé, tu tienes que ser, se es, no lo sé...)
Quedamos en que se es un caos, pero en este ejemplo de Te, Se, Me, "Se" se refiere a la segunda persona, singular y plural: usted, y ustedes.
Se lo dije, a usted, señor autobusero.
Se lo dije, comadres, que los productos dietéticos son muy caros.
Sé que les suena mal, es normal. Necesitamos indicar de alguna forma que le hablamos a dos comadres, y no a un señor al que le hablamos de usted. Entonces la solución más sencilla es "Agarro una -s, porque la -s indica plural, y la pongo en donde pueda verla....o sea en... lo. Ok, ahora digo Se los digo"
Esto es incorrecto. Gramaticalmente.
La razón por la que cometemos este error es porque en México aniquilamos el vosotros hace un buen rato, porque si lo mantuviéramos, distinguiríamos perfectamente al autobusero de las dos comadres, pues al primero le diríamos "Se lo dije, señor autobusero" y a las otras "Os lo dije, queridas comadres" Indicando el número (plural, dos comadres a dieta) en el pronombre, no en el artículo lo.
Ahora, si un árbol se cae en medio de un bosque ¿hace ruido? (Léase: si digo "se los digo" en medio de millones de hablantes que también lo hacen, ¿está mal?)
Vaya usté a saber. Yo digo que sí. Pero he ahí, yo ya se lo dije, pueden ustedes seguir usándolo mal, que al cabo que ni qué.
En primer lugar, sintaxis es la forma en la que las palabras interactúan entre ellas en una oración. Consideraríamos error sintáctico una frase como "El día de mañana Pedro saldríamos a pasear*". No hace falta explicar porqué, pero sabemos que está mal.
Algo similar sucede con la frase "Se los dije"*. Pongámosla en contexto con un horroroso ejemplo:
-María: Intenté comprar el cereal que me recomendaste con arándanos, pero en el súper no había.
-Carla: No, es que ahí no va a haber, tienes que ir a la tienda especializada que te dije.
-Sofía: ¿La de productos dietéticos?
-Carla: Sí.
-María: Pero esos productos son bien caros.
-Carla: Ya sé, yo se los dije, si quieren enflacar hay que echarle ganas en la cartera.*
Hagamos a un lado el repelús que provoca la conversación de comadres y centrémonos, si podemos, en gramática (que tanta falta hace). "Se los dije*" se refiere a ustedes (dos o mas): les dije "eso". ¿Por qué está mal y por qué es imposible de solucionar?
En primer lugar está mal porque los (lo que ponemos en plural) se refiere a lo que dije, es decir, Carla dijo que los productos dietéticos eran caros, eso es "lo".
Si en vez de decirle a las dos amigas, Carla se lo hubiera dicho a su esposo, ¿Que diría? Te lo dije.
Lo que cambia en ambas frases, no es sólo el plural de los> lo (que es precisamente el error en la primera frase), sino que el pronombre SE y TE. Lo que el titán filológico quiere decir es: la persona (una o muchas, tú, ellos, los vecinos del 4º, yo mismo, etc.) se refleja en el pronombre (te, se, me) no en el artículo (lo, los)
Te lo dije
Se lo dije
Me lo dije
El problema número dos, y esta es la razón por la que es incorregible, es el pronombre. Se funciona como tantas cosas en español, es tan polifacético, es capaz de hacer tantas cosas (como Justin Timberlake), que el hablante de a pie, lo agarra como si fuera una servilleta. Yo lo hacía también, pero ya no lo hago. Le tengo respeto al se, es de las cosas más complejas en nuestra gramática (¡No lo ignore, por favor!, y no lo confunda con sé de saber: yo sé cosas. O sé de ser en imperativo: sé buen niño. Este último inmortalizado por el confuso eslogan, gramaticalmente hablando, de la cerveza Sol: SÉ CLARO: Yo sé, tu tienes que ser, se es, no lo sé...)
Quedamos en que se es un caos, pero en este ejemplo de Te, Se, Me, "Se" se refiere a la segunda persona, singular y plural: usted, y ustedes.
Se lo dije, a usted, señor autobusero.
Se lo dije, comadres, que los productos dietéticos son muy caros.
Sé que les suena mal, es normal. Necesitamos indicar de alguna forma que le hablamos a dos comadres, y no a un señor al que le hablamos de usted. Entonces la solución más sencilla es "Agarro una -s, porque la -s indica plural, y la pongo en donde pueda verla....o sea en... lo. Ok, ahora digo Se los digo"
Esto es incorrecto. Gramaticalmente.
La razón por la que cometemos este error es porque en México aniquilamos el vosotros hace un buen rato, porque si lo mantuviéramos, distinguiríamos perfectamente al autobusero de las dos comadres, pues al primero le diríamos "Se lo dije, señor autobusero" y a las otras "Os lo dije, queridas comadres" Indicando el número (plural, dos comadres a dieta) en el pronombre, no en el artículo lo.
Ahora, si un árbol se cae en medio de un bosque ¿hace ruido? (Léase: si digo "se los digo" en medio de millones de hablantes que también lo hacen, ¿está mal?)
Vaya usté a saber. Yo digo que sí. Pero he ahí, yo ya se lo dije, pueden ustedes seguir usándolo mal, que al cabo que ni qué.
Yo soy español, y lo cierto es que me eriza los pelos cada vez que oigo esa expresión. Es tan salvaje, que duele oirlo. Y a veces en personas supuestamente cultas. Duele.
ResponderEliminarYo soy argentino, y por acá el uso es exactamente el mismo que en México. Y agrego otra ambigüedad que percibimos si no pluralizamos "lo": "Se lo dije" también puede referirse a la tercera persona del singular. Si estoy hablando con unos amigos y, dirigiéndome a ellos, digo "Se lo dije", ellos seguramente van a interpretar que me refiero a un tercero (no a ellos), y esta es una de las razones por las que nos suena tan mal la forma gramaticalmente correcta "Se lo dije" cuando hablamos con más de una persona.
ResponderEliminarPor eso, Ariba, no tiene nada que ver con personas cultas o no. Por lo menos por estos lares, todo el mundo usa "se los dije", se ve impelido a hacerlo.
Hola!! uno no se ve impelido a hablar mal porque los de alrededor lo hagan. Yo soy una profesora de español con 50 años de experiencia. He enseñado en diferentes países de habla hispana, República Dominicana, Mexico, Colombia, Bolivia, ARgentina y Puerto Rico. En todos ellos, yo he enseñado el español standard, el de la RAE, el de los discursos académicos, el buen hablar, cuidando la gramatica en todo momento, la ortografía, semántica y fonética y nunca me he visto obligada a hablar mal para que meacepte la comunidad a la cual me he insertado. Sí, en mis clases, desde el primer momento, aviso que el español que yo enseño es el que van a ver en los libros, en los diccionarios y si algún día tienen que dar un discruso en público, lo que no quita para que sus dialectos, jergas y costumbres las sigan conservando en sus comunidades y ambientes, pero simepre sabiendo que están cometiendo un "error social" al emplear una palabra que no se corresponde con las normas lingüísticas que todo hablante de una lengua ha de respetar. Gracias.
ResponderEliminarAñado a lo anterior que, la mayoría de mis estudiantes, ahora, son de Centroamérica, El Salvador en un 75%, Guatemala un 15%, Mexico un 2%, Nicaragua un 1% y el resto procedentes de diversos países no nativos pero crecidos en el habla española. La diversidad cultural y lingüística del español como lengua es la especialidad de mi PhD, por lo que he estudiado profusamente estos fenómenos, cómo se encayan en una comunidad y se terminan aceptando como ciertos por el uso continuado de sus miembros. A la Real Academia de la Lengua Española, la cual hay que respetar, no por la procedencia de ese país, sino por el conocimiento inmensurable de sus miembros y el raciocinio que ha de prevalecer en una institución reguladora como esa, le ha costado años el poder aceptar ciertas acepciones, en otro tiempo "erróneas y no permitidas" precisamente, por el uso masivo de las mismas, para lo cual, no hace muchos años ha incluido en el diccionario semántico y el panamericano de dudas 5.000 nuevas palabras con la inclusión del lugar dónde se practican. Aplaudo esta idea por el inclusismo que implica y la extensión que por ello hace de la cultura de todos los países que compartimos la misma base lingüística, aunque no la misma lengua. El choque cultural entre la península española y la de otros países en el Nuevo Mundo, hace que temblemos los puristas y que nos alegremos, a la vez, de que esto ocurra. Grandes autores han salido de ambas tierras, añejos los de allí y pubertos en literatura algunos de allá y todos los de acá (hablo desde norteamérica).
ResponderEliminarEn este continente también se se, se escribe y se publican maravillas literarias. Premios Nobel han salido de países en los que la lengua no se cuida en estratos sociales de bajo nivel, pero que sobradamente lo hace en los altos. Ese gran autor que fue García Márquez, un dulce literario es abrazar los libros que escribió, un deleite en su estructura, su imaginacion y el toque tan mágico que tienen sus obras. Hablo de él especialmente porque en mi juventud me hechizó y en mi madurez me enamoró, ahora vive conmigo, cuido sus obras con admiración y las releo como si fuera mi religión. Solo leyendo se aprende, si no leemos no sabemos escribir ni hablae correctamente. Os animo a oler las páginas de los libros, a acariciar sus pastas y sus hojas con los ojos cerrados, a llevar un libro en el bolso de mano o en el bolsillo trasero del pantalón. ¡Ojala! el teléfono móvil deje lugar a la cultura y su sonido nos produzca el mismo escalofrío que el rechinar de una puerta desengrasada.
ResponderEliminarDesde aquí un saludo a los que aporten a los que vengan el sabor de la ciencia y la cultura por medio de nosotros mismos más que proveniente de la tecnología destructiva de cerebros y de sabiduría.
Gracias.